Ansiedad e insomnio: encuentra la causa del problema

La ansiedad es una emoción compleja, un sentimiento de preocupación y malestar que produce un estado de activación fisiológica que dificulta la conciliación del sueño. 

Es normal experimentar ansiedad de vez en cuando en respuesta a situaciones de preocupaciones, responsabilidades, miedo o estrés. Sin embargo, en los trastornos de ansiedad, la angustia se vuelve excesiva. Los miedos no son proporcionales a la situación y la preocupación interfiere en la vida cotidiana. Estos sentimientos se vuelven persistentes y ocurren la mayoría de los días durante un período de seis meses o más. 

Los síntomas de los trastornos de ansiedad pueden afectar a las personas tanto emocional como físicamente. Las personas con ansiedad pueden sentirse extremadamente nerviosas y al límite. 

Esto puede afectar su concentración y estado de ánimo, provocando irritabilidad e inquietud. Físicamente, los trastornos de ansiedad pueden provocar tensión muscular, respiración y latidos cardíacos rápidos, sudoración, temblores, malestar gastrointestinal y fatiga.

Los pacientes con ansiedad comúnmente refieren dificultad para iniciar o mantener el sueño, así como para poder hacer siestas de día, por los altos índices de cortisol en su organismo. La mejoría de los trastornos de sueño se asocia con la mejoría de la ansiedad.

El Insomnio es un factor de riesgo para desarrollar ansiedad, por lo que los dos trastornos se retroalimentan entre ellos, cuanta más ansiedad más insomnio y cuanto más insomnio, más aumentará la ansiedad.

La ansiedad se incrementa cuando se acerca la hora de irse a la cama, las preocupaciones más comunes suelen estar asociadas con el propio sueño, por ejemplo, en no poder funcionar bien durante el día si no duermen lo suficiente, aunque también hay una serie de preocupaciones más generales que se repiten cuando nos acostamos los estudios, las finanzas, las relaciones, los estudios, la carga de trabajo, la salud.

Los tratamientos más eficaces son los que combinan el tratamiento farmacológico con las intervención cognitivo-conductual (CBT-I). En el primero de los casos, los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, en perfiles depresivos, y la noradrenalina han demostrado ser eficaces, pero siempre hay que consultar con un médico especialista en sueño si se tiene alguna duda o sospecha de insomnio antes de iniciar un tratamiento.

Existen también otras técnicas con eficacia empírica sobre su funcionamiento para tratar la sobre activación del sistema nervioso:  las técnicas de relajación, como la relajación progresiva de Jacobson, el entrenamiento autógeno de Schultz, las técnicas de respiración profunda, el entrenamiento con biofeedback, de imaginación guiada, la meditación y las técnicas de bloqueo y distracción de pensamientos. 

 

    Leave Your Comment

    Your email address will not be published.*

    Obre el xat
    1
    Hola! Escriu la teva situació i el que necessites...